La palabra compasión proviene de la voz
latina compati que significa “sufrir con”
El Dalia Lama define la compasión como una sensibilidad
hacia el sufrimiento del yo y de los otros, junto con un compromiso para tratar
de aliviarlo
La auténtica actitud compasiva es hacer algo por aliviar el
sufrimiento del otro. Hay que aprender a cultivar la compasión y a expresarla.
Cuando entramos en contacto con el otro, lo que pensamos y hacemos tiene que
ser un reflejo de esa actitud compasiva, aún si el otro dice y hace cosas difíciles
de aceptar. Y seguimos practicando así hasta darnos cuenta de que nuestro amor
no depende de que la otra persona sea digna de ser querida; esa es la prueba de
que la actitud compasiva es firme y auténtica. (Thich Nhat Hanh)
Auto-compasión
Siempre que hay compasión hay sufrimiento y hay acción.
Es lo que la diferencia de la empatía
Kristin Neff (2003) es una pionera de la investigación
sobre auto-compasión. En su enfoque nos habla de tres componentes principales
1- Ser conscientes de y estar abiertos al propio sufrimiento
individual.
2- Ser amables y no condenarse a sí mismos.
3- La conciencia de compartir las vivencias de
sufrimiento con los demás en lugar de sentirse solo y avergonzado – una
apertura a nuestra común humanidad
“La auto-compasión es la base de la curación emocional
dentro de Mindfulness. Al hacernos conscientes, en el momento presente, de que
estamos luchando con sentimientos de inadecuación, desesperación, u otras
emociones dolorosas, nos permite responder con amabilidad y comprensión. La
auto-compasión nos permite gestionar mejor las emociones difíciles (miedo, ira,
tristeza, vergüenza y duda), porque se realiza en el espacio de la conciencia
amorosa, lo que aporta mayor sosiego y bienestar en nuestra vida cotidiana”
(Vicente Simón, Kristin Neff y otros. 2012)
Otra definición
esclarecedora de auto-compasión es la
siguiente:“La auto-compasión es darnos a nosotros mismos el mismo cuidado,
consuelo y serenidad que de forma natural hacemos llegar a quienes queremos
cuando están sufriendo, cuando fracasan o cuando se sienten inadecuados”
¿Cómo reaccionamos típicamente a las dificultades de la vida
–en el estrés del trabajo, al sentirnos rechazados o en las dificultades
económicas? Como seres humanos, luchamos instintivamente contra las
experiencias negativas y nos consideramos responsables cuando las cosas salen
mal. Frecuentemente reaccionamos con una trinidad de respuestas como:
Auto-critica – Aislamiento y Ensimismamiento. La auto-compasión es un conjunto
de respuestas opuestas a las descriptas como Amabilidad por uno mismo, Humanidad
Compartida y Atención Plena.
(Christopher
Germer.2011)
Algunos de los beneficios de practicar mindfulness desde la
mirada de la compasión son los siguientes:
· Aumento de
la conciencia de sí mismo y del poder de
auto-observación
· Observar
pensamientos, sensaciones, emociones tal
cual son.
· Mayor
conciencia de los juicios, de las críticas.
· Menor
identificación con los pensamientos (no soy lo que pienso)
· Mayor
aceptación y compasión de sí mismo.
· Bajar los
niveles de estrés y ansiedad
· Ser más
tolerantes, empáticos y compasivos
· Ser menos
reactivos. Responder en lugar de reaccionar.
· Mayor conexión con uno mismo, con los demás.
· Comunicarse
asertivamente.
· Vivir una
vida más plena.
Ampliando el concepto de compasión
La compasión no surge de ideales de perfección sino de un
reconocimiento y preocupación de nuestra propia falibilidad. En el centro de
nuestro potencial para la salud y la integridad está la necesidad de una
cualidad fundamental de aceptación, una presencia compasiva incondicional. Sin
esta capacidad, ya sea para nosotros o para los demás, incluso nuestra
espiritualidad puede llegar a ser dura e inflexible.
-Rob Preece
“Sentir compasión por nosotros mismos de ninguna manera nos
libera de la responsabilidad de nuestras acciones. Más bien nos libera de
sentir odio por nosotros mismos, un odio que nos impedirá responder a nuestra
vida con claridad y equilibrio.”
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