lunes, 30 de noviembre de 2015

Meditación caminando

Cómo realizar la meditación caminando:

1. No propósito.
Al caminar no te enfoques en ningún propósito en particular. Disfruta simplemente el hecho de caminar. Date el permiso de disfrutar y observar intensamente si ningún juicio a cada paso que des.

2. Desapego.
Despréndete de tus preocupaciones y ansiedades mientras caminas. Al entrar en esta dinámica de caminar conscientemente, no hay cabida para ningún otro pensamiento que no sea el de estar atento al presente. Date permiso de simplemente caminar unos cuantos minutos simplemente por el hecho de caminar.

3. Sonríe como el Buda.
Si dibujas una leve sonrisa en tu rostro tal como lo hacia el Buda mientras caminas, comenzarás a experimentar una profunda sensación de paz, serenidad y bienestar total. “Al sonreír todo tu ser se renueva y tu práctica se fortalece. No tengas miedo de sonreír.”

4. Respira conscientemente.
Este es uno de los ingredientes más importantes de esta práctica. Respirar conscientemente significa estar presente en cada inhalación y en cada exhalación. Presta atención a tu respiración mientras caminas.

5. Cuenta tus pasos.
Una buena ayuda al principio es contar los pasos cuando inhales y exhales. Si en el momento de tomar aire ya llevas 4 pasos, cuenta mentalmente del 1 al 4. Si al exhalar solo llevas 3 pasos cuenta del 1 al 3 sin intentar controlar o acompasar. Simplemente conviértete en un observador de tu respiración.

6. Gathas.
También, en lugar de números puedes pronunciar palabras con el ritmo de tu respiración. Puedes seguir el ritmo por ejemplo con la palabra Aquí/Ahora. Si das cuatro pasos con la inhalación puedes decir con cada paso “aquí”, “aquí” , “aquí”, “aquí”… y en la exhalación: “ahora”, “ahora”, “ahora”, “ahora”,… Puedes utilizar cualquier palabra o frase que tenga sentido para ti. También las palabras Llegando/Casa. Siéntete libre de usar tu creatividad y usar palabras que resuenen dentro de ti.

7. Camina como un emperador.
Date el permiso de caminar con seguridad como si fueras el soberano de este planeta. Que cada paso que des sea una afirmación o un mandato real hacia la Paz y la felicidad de la tierra.

8. Pasos de flor de loto.
Visualiza que con cada paso que das en la tierra brota de ella una hermosa y radiante flor de loto o la flor de tu preferencia. Esta técnica en particular te parecerá extraña pero créeme que vale la pena intentarlo. El sentimiento de arraigo y plenitud de esta práctica esta más allá de las descripciones que pueda realizar.

9. Camina cuando estés enojado.
En ocasiones cuando más necesitamos de estas herramientas es cuando más pretextos ponemos. “No estoy de humor para eso”, “cuando se me pase el enfado lo haré”. Sin embargo es en esos momentos en que más lo necesitamos. Es por esto que entre más practiques estas técnicas, más fácil si te hará hacer uso de ellas en el momento en que de más las necesites.

10. Aprovecha el momento.
No existe el momento perfecto para caminar conscientemente. No te limites a programar “un espacio” para meditar caminando. Aunque lo ideal sería caminar por un sendero inspirador tomándonos el tiempo cada día para realizarlo, tu realidad puede ser muy diferente. Aprovecha cada momento del día para caminar conscientemente. Cuando estaciones tu coche camina hacia tu destino conscientemente. Cuando estés en la calle, de camino a la parada, en el centro comercial, simplemente recuerda sonreír y aprovecha el momento.


Recorrido tres meses
Noviembre 15
Enviado por Javier de Soto


Fotografía tomada en Plum Village


Viviendo Mindfulness

sábado, 28 de noviembre de 2015

La Energía de la Atención Plena, la Concentración y el Discernimiento


La atención plena es una energía que generamos durante nuestra  práctica; generar atención plena es la práctica básica. La atención plena es el tipo de energía que nos ayuda a estar aquí, establecidos en el momento presente. La atención plena ayuda a que la mente vuelva al cuerpo, por eso podemos estar verdaderamente presentes, verdaderamente vivos, y somos capaces tocar las maravillas de la vida que están disponibles para nosotros justo ahora. La atención plena nos ayuda a ser conscientes de lo que está ocurriendo dentro de nosotros, de nuestra felicidad y también de nuestro sufrimiento. La atención plena nos ayuda a manejar  nuestra  felicidad y nuestro sufrimiento, así  como el sufrimiento del mundo y a trabajar por la felicidad del mundo.
La energía de la atención plena lleva consigo la energía de la concentración. Cuando eres plenamente consciente de algo, de algún modo ya estás concentrado en esa cosa. Cuando llevas tu atención a algo, si puedes preservar y mantener viva tu atención plena, te concentrarás de manera natural en el objeto de tu mente. Cuando más concentrado estés, más consciente te vuelves. Así pues, las dos energías se apoyan mutuamente.
Cuando la atención plena y la concentración son suficientemente poderosas, empiezas a tener discernimiento. Discernimiento es iluminación, es comprensión… El discernimiento puede ser nuestra ocupación diaria. Siempre que hay atención plena, hay ya algo de discernimiento.

Thich Nhat Hanh. Buenos Ciudadanos. Oniro 2013, pag 125,126


domingo, 22 de noviembre de 2015

Detenerse y Respirar

Detenerse es el primer paso para volver a sentirse felices. Mientras respiramos en plena conciencia podemos mirar a nuestro alrededor y, si practicamos de forma correcta, descubriremos que, en el momento presente, se dan todas las condiciones necesarias para que podamos ser felices. Quizás nuestros compañeros, profesores, padres o amigos han sido rudos con nosotros y nos han hecho sufrir o quizás, nuestra vida, demasiado ocupada, no nos deja el tiempo para detenernos, pero las flores y los arboles en el camino que recorremos a diario siguen ofreciéndonos su frescura. Lo único que puede privarnos de la alegría de poder apreciar los arboles y las flores es nuestra mente.
Bastan tres respiraciones para regresar a nosotros mismos y reconocer que, tanto dentro como fuera de nosotros, hay innombrables condiciones para poder ser felices. ¡El sol sigue brillando sobre nuestras cabezas! Si ya no hubiese sol en el cielo cada persona sobre la tierra sufriría mucho no obstante, no nos ocurre a menudo de detenernos un instante para apreciar el calor de sus rayos que nos acaricia el rostro.
Si tenemos el deseo de mejorar nuestra vida y de vivir felices podemos prometernos, por ejemplo, de sentarnos y respirar un instante cada vez que vamos a subirnos al coche. Este es el primer paso y, si somos capaces de hacerlo, el segundo paso llegará de forma natural. Podemos escribir en un papelito la palabra “!Respira!” y podemos dejarlo en el bolsillo de nuestra chaqueta. Durante el día, cada vez que nos ponemos la mano en el bolsillo, nos acordaremos de volver a nosotros mismos y respirar tranquilamente. Si somos capaces de practicar de este modo, poco a poco, podremos ver cambios en nuestra vida cotidiana.
Cuando la energía de la plena conciencia nos acompaña nos volvemos más estables, relajados y no corremos el riesgo de que emociones negativas como la rabia, la frustración o el estrés nos arrastren. En los momentos difíciles lograremos volver a nosotros mismos y apreciar las maravillas de la vida que nos rodea y, poco a poco, conseguiremos ver la mejor forma de superar el obstáculo. A medida que la energía de la plena conciencia entra en nuestras vidas nos volvemos más felices, más serenos y las personas que nos rodean se beneficiarán de nuestro frescor.

Grupo de practicantes de plena consciencia en la tradición de Thich Nhat Hanh
Tres Respiraciones (fragmento)
Recorrido tres Meses Invierno 2015

jueves, 12 de noviembre de 2015

Nunca he nacido y nunca moriré















Este cuerpo no es mío.
No estoy limitado por este cuerpo.
Yo soy vida infinita.
Nunca he nacido y nunca moriré.
Observo al océano y al cielo tupido de estrellas,
Manifestaciones de mi verdadera mente maravillosa.
Yo soy libre desde antes que existiera el tiempo.
Nacimiento y muerte son sólo puertas por las que todos pasamos,
umbrales sagrados en nuestro viaje.
Nacimiento y muerte son el juego de esconderse y encontrarse.
Así que ríe conmigo,
Toma mi mano.
Digamos adiós uno al otro
para volvernos a encontrar pronto.
Mañana nos encontraremos nuevamente.
Nos encontraremos en el núcleo de cada momento.
Nos volveremos a encontrar en todas las forma de vida.
THICH NHAT HANH






jueves, 5 de noviembre de 2015

Mindful eating

Desde que nos levantamos hasta el momento de acostarnos estamos a las corridas, de un lugar a otro, de una tarea a otra, de un pensamiento a otro, de una emoción a otra. Comemos rápidamente, apurados, sin registro alguno, masticando nuestras emociones.Estamos subidos a una vertiginosa montaña rusa sin saber cuándo va a parar. ¿Y si nos tomamos un respiro?  Buscamos un lugar tranquilo, tomamos una posición cómoda, entornamos suavemente los ojos y notamos como la mente y el cuerpo se van aquietando Podemos apoyar una mano en el corazón y tan solo permitir que la respiración nos guie. Dedicamos unos breves minutos a observar qué nos pasa y qué sentimos, a escuchar a nuestro cuerpo sin juzgarnos. Mindfulness es Atención Plena. La Atención Plena es la consciencia de lo que ocurre en nosotros y a nuestro alrededor ¿Cómo practicar mindfulness en nuestras tareas cotidianas?  Como primera instancia, trayendo la atención al aquí y ahora. Luego conectarnos con los cinco sentidos. Estar presentes. Unir mente y cuerpo a través de la respirracion. Observar sin juzgar los pensamientos, las sensaciones y las emociones que van apareciendo.  “Al comer y sentir que nuestra mente está atenta a cada bocado, paladeando el sabor y los elementos nutritivos que nos aporta, ya estamos practicando la atención plena […] Primero hemos de detener nuestra mente distraída para que se involucre en lo que tiene delante en el momento presente. Al ser plenamente conscientes de lo que estamos haciendo, aprendemos a mantener nuestra cita con la vida. Esta atención al momento presente nos ofrece la oportunidad y las herramientas para alcanzar la paz y la alegría, contemplar la verdadera naturaleza de lo que somos y cómo estamos conectados con todo lo demás, y poner fin a nuestro enfrentamiento con el problema del peso” ( Thich Nhat Hanh)



María Fernanda Blanco

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