domingo, 22 de noviembre de 2015

Detenerse y Respirar

Detenerse es el primer paso para volver a sentirse felices. Mientras respiramos en plena conciencia podemos mirar a nuestro alrededor y, si practicamos de forma correcta, descubriremos que, en el momento presente, se dan todas las condiciones necesarias para que podamos ser felices. Quizás nuestros compañeros, profesores, padres o amigos han sido rudos con nosotros y nos han hecho sufrir o quizás, nuestra vida, demasiado ocupada, no nos deja el tiempo para detenernos, pero las flores y los arboles en el camino que recorremos a diario siguen ofreciéndonos su frescura. Lo único que puede privarnos de la alegría de poder apreciar los arboles y las flores es nuestra mente.
Bastan tres respiraciones para regresar a nosotros mismos y reconocer que, tanto dentro como fuera de nosotros, hay innombrables condiciones para poder ser felices. ¡El sol sigue brillando sobre nuestras cabezas! Si ya no hubiese sol en el cielo cada persona sobre la tierra sufriría mucho no obstante, no nos ocurre a menudo de detenernos un instante para apreciar el calor de sus rayos que nos acaricia el rostro.
Si tenemos el deseo de mejorar nuestra vida y de vivir felices podemos prometernos, por ejemplo, de sentarnos y respirar un instante cada vez que vamos a subirnos al coche. Este es el primer paso y, si somos capaces de hacerlo, el segundo paso llegará de forma natural. Podemos escribir en un papelito la palabra “!Respira!” y podemos dejarlo en el bolsillo de nuestra chaqueta. Durante el día, cada vez que nos ponemos la mano en el bolsillo, nos acordaremos de volver a nosotros mismos y respirar tranquilamente. Si somos capaces de practicar de este modo, poco a poco, podremos ver cambios en nuestra vida cotidiana.
Cuando la energía de la plena conciencia nos acompaña nos volvemos más estables, relajados y no corremos el riesgo de que emociones negativas como la rabia, la frustración o el estrés nos arrastren. En los momentos difíciles lograremos volver a nosotros mismos y apreciar las maravillas de la vida que nos rodea y, poco a poco, conseguiremos ver la mejor forma de superar el obstáculo. A medida que la energía de la plena conciencia entra en nuestras vidas nos volvemos más felices, más serenos y las personas que nos rodean se beneficiarán de nuestro frescor.

Grupo de practicantes de plena consciencia en la tradición de Thich Nhat Hanh
Tres Respiraciones (fragmento)
Recorrido tres Meses Invierno 2015

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