Viviendo Mindfulness |
A nuestro cerebro la encantan los acrónimos, porque son fáciles de
recordar. SAFE (seguro, en ingles) es un breve ejercicio de compasión
hacia uno mismo que puede sacarnos del piloto automático en un momento difícil,
transformar la relación que mantenemos con las emociones, ayudarnos a averiguar
qué necesitamos en ese momento y conectarnos con la humanidad común que subyace
a nuestras dificultades. Integra todos los componentes de mindfulness, la
amabilidad y la conexión con la comunidad. Empiece por practicarlo en
momentos de relativa tranquilidad, para acostumbrase. Luego, póngalo en
práctica en situaciones más difíciles y úselo como pausa para la compasión
hacia sí mismo. Le ayudara a serenar la mente acelerada, a calmar el sistema
nervioso y a abrir la mirada a un corazón más sabio.
Consta de cuatro pasos:
S – Suavizar.
A-
Aceptar.
F – Focalizarse en la sensación.
E – Expandir la consciencia
.
Suavizar la emoción (S)
Si siente estrés, ansiedad, vergüenza, tensión, ira o miedo, el
primer paso consiste en detenerse unos momentos y reconocer con suavidad la
emoción. Por ejemplo puede decirse. “Ah, siento ira” o “Si, siento vergüenza”
o, sino le viene a la mente el nombre de ninguna emoción, puede pensar: “Tengo
una sensación pesada y sombría en el pecho”. Así, puede introducirse en el
espacio que hay entre el estimulo y la respuesta, y en el que habitan la
elección, la flexibilidad y posibilidad. Una manera de suavizar la emoción
consiste en combinarla con la respiración. Por ejemplo: “Inspiro, me abro a la
vulnerabilidad; espiro, la suavizo”
Aceptar la emoción (A)
Aceptar tal y como es, sin resistirse ni aferrarse a ella.
Aceptar tal y como es, sin resistirse ni aferrarse a ella.
Una de las causas más habituales del bloqueo emocional es la
necesidad que siente el cerebro de resistirse, alejarse o aferrerarse a la
emoción difícil. Una vez que hemos suavizado la emoción, el siguiente paso
consiste, sencillamente, en preguntarnos: “¿Puedo aceptar la emoción tal y como
es? Se trata de un giro de ciento ochenta grados y es mindfulness en estado
puro. El proceso de aceptar o de estar con lo que hay en este momento amplia el
espacio de conciencia en el que moran la elección y el descubrimiento. Hay
personas a quienes les resulta más fácil si lo combinan con la respiración y se
dicen: “Respiro, acepto; espiro, dejo marcar”
Focalizarse en la sensación (F) que genera la emoción y descubrir la
necesidad
Ahora que ha aceptado la emoción, dispone del espacio necesario
para centrarse en ella. Elija “focalizarse” en ella desde una conciencia
curiosa y amable. Así saldrá del estado de evitación que se asocia a la
depresión y pasara a un estado de acercamiento, mas asociado al bienestar.
Intente determinar en qué punto del cuerpo se halla, cuan grande es, que contorno tiene o,
incluso si tiene color. Así podrá lanzar la pregunta: “¿Qué cree esta emoción?
¿Cree que usted no merece amor, que las cosas no cambiaran nunca, que adolece
de algún defecto fundamental? Cuando haya respondido, hágase otra pregunta.
“¿Que necesito ahora”?
¿Quizas necesite sentirse amado
y seguro. Entonces dígase: “Me deseo amor, me deseo seguridad, etcétera. (…)
Cuando empiece a vincularse de este modo con la emoción, dejara de sentirse tan
identificado con ella, tomara perspectiva y se sentirá liberado.
Expandir la consciencia para que incluya a todas las personas que
experimentan esa misma dificultad (E)
La sensación de vulnerabilidad es una experiencia profundamente humana. Entender esta experiencia compartida de humanidad es crucial para poder practicar la compasión hacia uno mismo. Ampliar la consciencia para que incluya a todas las personas que experimentan la misma dificultad que usted le saca del ensimismamiento en que se encuentra y le lleva a cultivar la conexión con los demás … En este punto entendemos que no estamos solos y que en este mismo instante hay miles, sino millones, de personas que experimentan la misma emoción. La “E” de SAFE es la que nos inspira a conectar con el resto de la humanidad. En este paso, también podemos incluir lo que hemos aprendido en la “F” y enviarlo al exterior: “Deseo que todos nos sintamos amados, deseo que todos nos sintamos seguros”, etc.
La sensación de vulnerabilidad es una experiencia profundamente humana. Entender esta experiencia compartida de humanidad es crucial para poder practicar la compasión hacia uno mismo. Ampliar la consciencia para que incluya a todas las personas que experimentan la misma dificultad que usted le saca del ensimismamiento en que se encuentra y le lleva a cultivar la conexión con los demás … En este punto entendemos que no estamos solos y que en este mismo instante hay miles, sino millones, de personas que experimentan la misma emoción. La “E” de SAFE es la que nos inspira a conectar con el resto de la humanidad. En este paso, también podemos incluir lo que hemos aprendido en la “F” y enviarlo al exterior: “Deseo que todos nos sintamos amados, deseo que todos nos sintamos seguros”, etc.
La compasión hacia uno mismo no existe en el vacío. Solo es
posible en relación con un momento de sufrimiento. SAFE es una pausa completa
de compasión a uno mismo y actúa como antídoto en momentos difíciles. Si la
practica, logrará libertad, descubrirá cosas de sí mismo y experimentara
auto-compasión a partir de la vulnerabilidad y las dificultades, al tiempo que
despertará en su interior una sensación de conexión con lo exterior que le
conducirá a la curación.
ELISHA GOLDSTEIN
Del libro Descubre la felicidad con mindfuness
Paidós
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